domingo, 7 de noviembre de 2010

Palabras Desnudas

La verdad. Decirlo es sinónimo de sinceridad siempre. La verdad. Es prácticamente la humanidad de alguien. La verdad. Es ser uno mismo en su plenitud. La verdad. Cueste lo que cueste.
Decir la verdad es algo que a muchos les cuesta. Algunos más, otros menos. Pero les cuesta. Les es difícil en algunos casos porque decir realmente lo que pasó, lo que siente, lo que necesita explicar, les puede generar cierto problema sea cual sea el tema. Decir la verdad parte de la educación también. Pero se termina de construir en uno mismo.

Ocultar no es no decir la verdad, aunque estaremos equivocando el camino. Ocultar tampoco es mentir. Pero se encarrila tranquilamente en la necesidad de no poder decir la verdad.

Actuar con la verdad, en todos los casos, tarde o temprano, cada persona en este mundo tendrá el sueño tranquilo, la mente serena. La verdad se escribe con palabras, se actúan con sonidos y se demuestran con hechos. Las pruebas que se necesitan para corroborar la verdad que cada uno dice contar. Las pruebas tiene validez una vez que se confirma la verdad. Mientras tanto existe la duda existencial. Si alguien miente o dice la verdad.

La verdad es siempre, en todos los casos, la base de cualquier relación: Amor, amistad, laboral, estudiantil. A partir de ahí se forma todo, se transforma, se desforma y se acaba. Así como en el comienzo, la verdad también puede destruir todo…

…La verdad mata. Las palabras tienen poder. Pueden terminar cualquier momento. Los hechos, también. No hay que jugar con la verdad. Siempre hay que vivir con ella.
Jonatan Saiz

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